sábado, 21 de mayo de 2011

REFLEXIÓN FINAL.


La educación ha dejado de pensar en la forma y se ha preocupado más por los contenidos de conocimiento. Muchas veces nos parece más importante lo que se enseña que como se enseña, razón por la cual nuestros planes de estudio no son provocativos para nuestros estudiantes, pues no se les muestra su valor práctico.
Al contemplar el ejercicio formativo diario, podemos concluir que las experiencias educativas se diseñan más para normalizar a los sujetos que para transformar su pensamiento. Entonces aquí nos damos cuenta que como maestros debemos encausar nuestras prácticas en un proceso realmente formativo y como lo dice Jorge Larrosa “formación es “devenir plural y creativo” que va constituyendo al ser humano y lo hace llegar a ser lo que es”. La enseñanza de la literatura juega un papel muy importante en la práctica docente, ya que, a través de ella podemos generar espacios de significado social en una construcción donde el niño estará en contacto con la cultura escrita, asi, podremos  desarrollar la capacidad para enfrentarse a cualquier tipo de texto e identificarse culturalmente.

Los métodos de enseñanza se basan en teorías tradicionalistas que le restan sentido al lenguaje y privilegian otros tipos de significación, centrándose básicamente en el signo-símbolo y descuidando otras clases. Inicialmente se aborda al niño de manera repetitiva y agobiante para tratar de grabar en sus pequeñas mentes la correspondencia signo-sonido y las múltiples combinaciones y variaciones del lenguaje escrito. Las tareas de repetición y memorización hacen que su aprendizaje sea poco atractivo y que regularmente se perciba más como un castigo, incluso cuando se trata de tareas que intentan motivar la creatividad. La enseñanza a partir del fraccionamiento del lenguaje, hace que los niños aprendan a identificar sonidos y a representarlos gráficamente, ayuda a que sean conscientes de la articulación de los sonidos en su combinación y su correspondiente signo gráfico, pero no los hace conscientes de un significado y mucho menos del contenido inmerso dentro de las oraciones de un texto. Por tal razón la enseñanza de la lectura y la escritura, podemos decir, es un fracaso, no incentivamos el amor por esta práctica, ni generamos experiencias que movilicen el pensamiento, como lo diría la profesora Clara Cuervo,  experiencias corporales que quedan en el cuerpo a través de la lectura y la escritura, pues, “leer y escribir construyen sentidos corporales y emociones”.

La experiencia vivida en este semestre ha sido una experiencia enriquecedora, fructífera y sobre todo trasformadora, a través de este círculo lector iniciado, nos hemos convertido en maestras (en todos los ámbito, como madre, hermanas, tías, vecinas) promotoras como lo hemos aclarado desde que vivimos la lectura de Martha Fajardo, nos empezamos a enamorar de los libros y enseñamos la pasión, el gusto y el placer por la lectura pues animamos a la lectura de textos, haciendo de esta una práctica constante y duradera, haciendo del “libro un objeto de juego, y la lectura una práctica social individual y emotiva – cognitiva”. Esta promoción se ha dado tanto en el espacio escolar como en la casa y a través de esa lectura por elección se ha puesto en marcha la imaginación de nuestros participantes.
Podemos decir entonces que hemos llevado a una lectura formadora, como lo decía Jorge Larrosa “la lectura como formación implica pensarla como una actividad que tiene que ver con la subjetividad del lector: no solo con lo que el lector sabe sino con lo que espues a través de la lectura hemos vivido verdaderas experiencias, hemos viajado a través de mundos fantasiosos y ha volado nuestra imaginación, permitiendo vivir de manera placentera cada una de las experiencias lectoras a través de una construcción de sentido.

Muchas veces somos escritores por obligación ya sea al hacer una solicitud, un permiso, una nota para los padres de determinado estudiante, en nuestro caso como docentes. Pero muy pocas veces escribimos con pasión con ese amor que  llena nuestra mente de imágenes las cuales podemos ir plasmando a través de símbolos y letras. Cuando estamos enamorados, hacemos cartas mostrando  en el papel todo el cuento de príncipes y hadas del cual somos protagonistas, y si lo hacemos de manera oral,  miramos a nuestro ser amado a los ojos y expresamos a través de palabras los más grandes sentimientos; asi damos un gran valor a la literatura, mediante las cosas que más nos apasionan y que mueven nuestros pensamientos.
Por ese motivo tratamos de involucrar textos fantasiosos, llamativos que centraran la atención y atraparan a nuestros lectores en una experiencia creativa.
Nosotros mismos como docentes no nos hemos dejado llenar del goce de la literatura, pues muchas veces somos apáticos a las diversas practicas literarias y así mismo lo trasmitimos a nuestros estudiantes, mas aun sabiendo que a través de diversos métodos literarios podemos desarrollar en  ellos las competencias del conocimiento aun desde muy pequeños, así la enseñanza de la literatura será una actividad divertida y dada la manera como se conciba será una actividad necesaria en la vida diaria.

La enseñanza de la lectoescritura no ha sido una práctica bien encaminada desde la escuela y por ende se ha convertido en la desmotivación para muchos por la monotonía manifestada en las actividades prácticas, como aquellas prácticas de repetición. Como guías debemos tener en cuenta que la enseñanza de la lectura va más allá de asignar libros para identificar los diferentes sonidos de las letras, extraer los personajes, el medio o el espacio,  desde sus inicios ha sido una manera para trasmitir mensajes, para trasformar nuestro pensamiento, para facilitar el desarrollo de capacidades intelectuales como el análisis, la interpretación, el razonamiento entre otros.

La actividad lectora la podemos vivir siempre a través de diversas formas, lectura de imágenes que conduzcan a una mejor interpretación de un texto, la lectura mental, que nos envuelve en una experiencia individual, y la lectura en voz alta, dando a la actividad otra fascinación, como lo mencionaba Ana Pelegrin, “llegar asi al libro posibilita la relación dialogal entre el adulto y el niño, lo invita a apropiarse entre el juego, recuerdo de entonación” y en palabras de Pescetti. “leer en voz alta es desarrollar el gusto por la lectura, por la palabra” a través de esta experiencia como maestros somos interlocutores entre el texto y los oyentes y depende de su uso como logremos atraparlos en el mundo fantástico de la lectura.
La lectura trae consigo muchos beneficios, como lo menciona Petit, la lectura es un auxiliar decisivo para repararse y encontrar la fuerza necesaria para salir de algo, es una apertura hacia el otro.
La lectura es el viaje imaginario que nos lleva a otros espacios, otros mundos, otros tiempos, que nos muestra la realidad a través de la fantasía.
Las practicas lectoras llevan a desarrollar la imaginación permitiendo al niño crecer en un ambiente rico en estímulos para alimentarla y aplicarla en la construcción de sus propias estructuras, y en nuestra sociedad productiva se requieren personas creativas que sepan utilizar la imaginación, y como maestros promotores, debemos desarrollar costumbre de creación, de imaginación, de creatividad, en nuestro compromiso constructivo a través de la lectura y la escritura.

Es necesario generar ese tipo de prácticas que pongan a volar la imaginación de los chicos, aquellas  en las que el estudiante pueda interactuar desde su propia realidad, para crear experiencias más significativas de aprendizaje que posibiliten un mejor desarrollo del pensamiento y estimulen de una manera apropiada el interés por la investigación.
Para ello como docentes debemos estar en la capacidad de innovar, crear e implementar diversos conocimientos en los procesos de enseñanza y aprendizaje, apuntando siempre a despertar la curiosidad en los niños, desarrollar su autonomía,  y las competencias para saber-hacer, saber-ser y saber conocer.
Nos preocupamos mas por enseñar conceptos dejando atrás la interacción de individuos. Nuestra visión se debe dirigir al desarrollo y aplicación de técnicas científicas y a la capacitación de hombres productivos en el campo laboral, y el campo social.


 Fajardo Valbuena, Marta. Maestro de literatura. Maestro modelo, promotor y critico.

1 comentario:

  1. Me gusó mucho, se denota apropiación de los autores y un excelente ejecución del círculo d electura

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